23/06/2013
Si va a renegar, es recomendable que no se detenga en estas líneas. Si van a servir para la reflexión, entonces hágalo. Un buen espectáculo, en este caso el boxístico, …
va complementado de tres por tres aristas fundamentales: el público, los boxeadores y el árbitro.
Como invertir el orden no altera, en este caso, el resultado para una insinuación, porque esto no tiene la sentencia de una crítica, comencemos por los árbitros.
Para el caso de Capital, la Comisión Municipal de Boxeo sólo tiene habilitados tres hombres de moñito. Si, tres, no leyó mal. Moreno, Cordero y Soria, son los únicos que pueden subirse al cuadrilátero para garantizar la seguridad de los boxeadores, interpretar cualquier regla o cuestión referida al combate y a los incidentes del mismo.
No es el caso de prejuzgar la actuación que aquí visten pantalones negros, camisa celeste y el clásico moñito, porque más allá de la evaluación que hace el público, los boxeadores, los técnicos y hasta miembros de la propia Comisión Municipal de Box, sino el de plantear si no se hace necesaria considerar ampliar el número de árbitros. ¿De que manera? Vale una sugerencia, porque puede haberlas y muchas, traer un árbitro capacitado para que dicte un curso, que permita sacar nuevos árbitros.
Un hombre de la Comisión de Box, confesó que esa falencia no es una utopía y que para eso, lo mismo que para la existencia de un gimnasio llamémosle central, se espera la aprobación de una Ordenanza Municipal. ¿Cuánto demorará en salir? El tiempo en que el proyecto deba ser considerado y tratado en el recinto. Por ahora, aparentemente esta en veremos.
Vamos con los técnicos. En la última velada se escuchó decir a uno de ellos, después de la derrota de Adrián “KO” Bazán, que el error radicaba en el responsable de la esquina del joven catamarqueño. Pero he aquí que cuando subió su “pupilo” que brilló hasta ahora como nunca, también se notó la falta de orientación del rincón. El boxeador en cuestión se quedó sin aire y aunque ganó, fue por su gallardía frente a un oponente complicado.
Quienes también merecen una revisión, son los jurados proclives a los fallos localistas. No puede ser que se haya visto ganar a Bazán por un punto, cuando el resto de los jurados le dieron un puntaje considerable a Ezequiel Fernández. El sanjuanino y campeón mundial juvenil se llevo la pelea con comodidad en cuanto a la diferencia de puntos. Hay que reconocerlo. ¿Entonces, cabe la pregunta, cual es el beneficio de “premiar” a un boxeador que se vio ampliamente superado? Los golpes no duelen ni dejan secuelas en quienes están abajo del cuadrilátero.
Y en cuanto al público que asistió a la velada en la que se comprometió el Gobierno a través de la Secretaria de Deportes, que timonea Maximiliano Brumec, su comportamiento no merece objeciones. Alentó y aplaudió a propios y extraños. En casi todos los casos, aplaudió de pie a vencedores y vencidos. Como debe ser.
por Equs
2012/2013
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