â€œSe debe cuidar a los chicosâ€

31/01/2017

De visita a familiares en Catamarca, José Froilán Oliva habló de la pasión por el boxeo y recordó su etapa arriba del ring como púgil amateur durante la década del 70’.

Nacido en el barrio La Tablada y con 67 años de edad, Oliva definió al boxeo como “un deporte muy bonito, que me enseñó muchas cosas a nivel de vida, que requiere concentración y estar bien preparado físicamente y que me separó del mal camino”.

Familiar del recordado “Torito” Oliva y con dos hermanos (Hugo y Oscar) que fueron boxeadores, recordó que “yo empecé en Buenos Aires con un grande como Abel Laudonio como técnico, pero fue poco tiempo, y después estuve con un señor Héctor Castello, que en su época supo ayudar a entrenarse a ‘Cachín’ Díaz en Buenos Aires, y fue un gran manager”.

En lo boxístico, se acordó que “empecé en el Luna Park y después pase a un club que estaba cerca de mi casa, hice unas treinta peleas entre los años 70 y 72, siempre en la categoría Medio mediano”.
Aunque su campaña como pugilista se desarrolló en Buenos Aires, Oliva tuvo la particularidad de subir dos veces a cuadriláteros en Catamarca. “Ya había dejado el boxeo siete meses y vine a Catamarca, porque había perdido la final del campeonato de Novicios y tenía una bronca, una amargura, y acá me invitaron a un festival e hice una exhibición con ‘Mantequilla’ Hidalgo” sostuvo.
En tanto que su segunda vez fue a fines de agosto o principios de setiembre en 1980 y en el interior de la provincia. “Después hice una pelea en Tinogasta, como siete años después que deje de boxear, fue con ‘Polvorita’ Vega (recientemente desaparecido) y perdí por abandono en el cuarto round” indicó, añadiendo que “esa pelea la hice por necesidad económico y con tres días de entrenamiento, por eso aconsejo a los chicos que no es subir al ring y listo, hay que hacerlo bien preparado”.

En otro pasaje, donde Oliva habló del boxeo como disciplina, consideró que “no se como será en Catamarca, pero en Buenos Aires hay una mala enseñanza, hay muchos chicos jóvenes que ya están enseñando a boxear cuando aun no aprendieron ellos, la enseñanza debe ser lo principal y debe salir de alguien con experiencia, que haya sido boxeador y haya tenido una campaña larga. Yo aprendí viendo muchas peleas, pero nunca me animé a enseñar porque hay saber enseñar”.

De igual manera, recalcó que “el manager debe cuidar a los chicos, un entrenador que tuve me sabía decir que ‘yo quiero un pibe para 100 peleas y no para dos’, es una gran enseñanza que me dieron, la cosa no es hacer subir a un chico a un ring y hacerlo pelear, se debe prepararlo primero y recién cuando este en condiciones hacerlo combatir”.

Radicado entre las localidades de Boulogne Sur Mer y José León Suárez, entre los Partidos de San Isidro y San Martín, Oliva indicó que del boxeo de Catamarca “lo único que conozco es a un chico que le dicen ‘La Joya’ (por Barrionuevo), que vive en Salta, lo vi por tele y tiene muy buen nivel técnico y después no tuve la oportunidad de ver boxeo en Catamarca, si me comentaron que hay buen material humano”.

Para finalizar, Oliva reiteró a modo de reflexión que “me gustaría que los chicos busquen técnicos buenos, que enseñen y que no sacrifiquen a los boxeadores, que los cuiden realmente”.